Y para donde se va el impuesto de circulación

¿Le parece esta imagen familiar?

El de circulación me parece un impuesto ridículo, anómalo y anacrónico. Con todo y eso, resulta un verdadero chantaje, un abuso y quizá un robo al descarado, cubierto de legalidad por supuesto, la multa de Q 500.00 por no portar el recibo impreso del pago de dicho impuesto. Además la suma del 100% del valor del mismo más el 13.25% de interés diario por cada día de atraso. La pregunta que no solo yo, me imagino que me hago, ¿A dónde va a parar ese impuesto?. Investigando un poquito encontré esto en el decreto 70-94 firmado por el finado Ramiro de León Carpio:

 

“El cincuenta por ciento (50%) se destinará a las municipalidades para ser distribuido por el mismo sistema que se distribuye el porcentaje que la Constitución de la República establece como aporte constitucional a las mismas, con destino exclusivo al mantenimiento, mejoramiento, construcción y/o ampliación de calles, puentes y bordillos de las cabeceras y demás poblados de los municipios, pudiéndose destinar hasta el cincuenta (50%) al fondo común y diez por ciento restante al departamento de tránsito de la policía nacional quien lo destinará exclusivamente al mantenimiento y adquisición de semáforos, señales de tránsito y demás equipos requeridos para ordenar y controlar el tránsito, el control del estado en que conducen las personas y estado de los vehículos y motores que circulan en el país…”

 

Aja me dije, pero y entonces, ¿porque en cada uno de los pueblos, aldeas y ciudades de este país NO existe una sola calle, avenida, callejón, vereda, en fin lo  que usted quiera mencionar por donde transite un vehiculo,  en  buenas condiciones?. No se ha fijado en eso, realice estimado lector un simple ejercicio, cualquier día en su recorrido habitual, sea en bus o en su carrito, fíjese bien, si puede recorra una calle o avenida, la que sea, de la ciudad donde sea, de principio a fin, le apuesto lo que sea, a que no esta en buenas condiciones. Quizá tenga tramos bien arreglados y señalizados, pero siempre encontrara  hoyos, un bache, asfalto en mal estado, túmulos en fin.

 

¿Esta de más exigir buenas carreteras y calles?  De la misma manera que nos exigen el pago del impuesto de circulación, causan unos tremendos embotellamientos en los retenes para pedir la solvencia de pago, imponen las elevadas multas, cuando empezarán por arreglar las calles, señalizarlas de una manera efectiva y evitarle al ciudadano agobiado y estresado en las eternas colas para llegar a su destino, al menos la satisfacción de transitar en calles bien asfaltadas y señalizadas sin obstáculos y evitarle dañar el tren delantero a los carritos.

Giovani López

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